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 Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLIC, 6 de agosto de 2010

Este artículo señala que las críticas que se están haciendo al gobierno tripartito catalán (debido a las inevitables tensiones en un gobierno de coalición) traducen una falta de conocimiento de la dinámica de gobiernos de coalición, que son la mayoría de los gobiernos en la UE. El artículo también muestra que el gran dominio del tema nacional e identitario en los medios de información ha ignorado las grandes reformas sociales realizadas por tal gobierno.

 Una percepción sobre el gobierno tripartito catalán bastante generalizada en amplios sectores intelectuales de Cataluña es que es un gobierno poco cohesionado que se pelea constantemente, dando una imagen de tensiones internas y desunión que conduce a una parálisis que está frenando el desarrollo del país. Muchos artículos subrayan y promueven esta percepción, reproducida también por gran número de tertulianos que (no siempre con motivaciones meramente informativas) promueven esta imagen.

 Tal percepción, sin embargo, traduce una falta de familiaridad con la experiencia existente en otros países gobernados por coaliciones de varios partidos. La escasa experiencia democrática en España y en Cataluña (donde hubo una experiencia caudillista durante cuarenta años) y una experiencia presidencialista (que algunos han llamado “caciquista”) del gobierno Pujol, ha dado una visión muy deformada de lo que es democracia. Nuestra experiencia, anterior al 2003, era mas la excepción que la regla en la Europa democrática. En realidad, la pluralidad en el gobierno, con el debate intenso e incluso acrimonioso dentro de la coalición de gobierno es la regla, más que la excepción en la Unión Europea. De ahí que muchos de los comentarios y artículos escritos sobre este tema reflejen una ignorancia de lo que ocurre en la UE y una limitada experiencia democrática.

 Por paradójico que ello parezca, el multipartidismo del gobierno de la Generalitat ha sido más enriquecedor que la experiencia presidencialista monocolor (o casi monocolor) de los gobiernos anteriores catalanes, o incluso de los gobiernos españoles anteriores y presentes. Y el mejor ejemplo lo tenemos en el gobierno PSOE. El hecho de que las políticas públicas del gobierno tripartito sean (objetivamente) más progresistas que las realizadas por el gobierno socialista español, se debe, en gran parte, a que el gobierno español ha preferido gobernar solo (con alianzas variables, ley por ley) a gobernar en coalición o en alianza estable con otros partidos a su izquierda. Si el PSOE hubiera gobernado con IU-IC, ERC y BNG, hoy el estado del bienestar español estaría menos subfinanciado y retrasado que el que hoy tenemos. En cambio, el gobierno PSOE se ha aliado frecuentemente con las derechas catalanas (CIU) y vascas (PNV), que han estimulado las dimensiones neoliberales de su equipo económico.

 Por otra parte, las tensiones inevitables y productivas no tienen por qué crear parálisis. En realidad, durante el periodo 2003-2010, se han aprobado muchas más leyes, y se han hecho muchas más reformas sustanciales del estado del bienestar en Cataluña, así como en muchas otras áreas (que van desde el propio Estatut a las Universidades) que en el periodo equivalente anterior (1996-2003) del gobierno CIU. En las áreas sociales, por ejemplo, el gasto público social (que cubre las transferencias y los servicios públicos –como sanidad, educación, escuelas de infancia, recursos domiciliarios, vivienda protegida, entre otros, del estado del bienestar) ha aumentado mucho más rápidamente durante el gobierno tripartito que durante el gobierno anterior. Los datos hablan por sí mismos. El déficit de gasto público social que Cataluña tenía con el promedio de la UE-15, que había aumentado de 2.520 euros estandarizados (para hacer comparable la capacidad adquisitiva del euro entre países de distinto nivel de vida) por habitante en 1999, a 2.747 en 2004, descendió a 2.658 en 2007, último año que la agencia de recolección de datos Eurostat publica los datos para la UE. El descenso de tal enorme déficit ha ocurrido en todas las áreas sociales. En realidad, el gran éxito (ignorado o desconocido en gran número de medios) del gobierno tripartito ha sido en las áreas sociales, que han ocupado mucho menos espacio  mediático que los temas nacionales e identitarios. De ahí que las derechas hayan enfatizado los últimos temas a costa de los primeros, énfasis facilitado por el sesgo conservador y neoliberal de la mayoría de medios de información y persuasión del país, incluidos los medios públicos de la Generalitat. Estos últimos han sido controlados e instrumentalizados por fuerzas soberanistas nacionalistas (en parte heredadas del gobierno convergente anterior) que han promocionado los temas identitarios a costa de los temas sociales. De ahí la escasa visibilidad de los cambios sociales ocurridos en Cataluña.

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