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Publicado la Revista Temas para El Debate, 22 enero 2009

Desde finales de los años setenta y principios de los ochenta el desempleo ha sido mayor en el promedio de la UE-15 (el grupo de países de la UE de nivel de riqueza semejante al español) que en EE.UU. Antes, desde la Segunda Guerra Mundial hasta aquel periodo, el promedio del desempleo de los países que más tarde constituirían la Unión Europea de los Quince (UE-15) era menor que en EE.UU. ¿A qué se debe este cambio? La respuesta standard que dan los economistas liberales es que el mayor desempleo en la UE-15 se debe a la supuesta rigidez de sus mercados laborales y a su “excesiva” protección social, mayor en la UE-15 que en EE.UU. De ahí que sus propuestas para reducir el desempleo sean la desregulación de los mercados laborales y la reducción de la protección social. Es sorprendente lo generalizada que está esta respuesta. Se ha convertido casi en dogma en los círculos económicos, financieros, políticos y mediáticos de la Unión Europea.

Esta explicación, sin embargo, es fácil de demostrar que es errónea. Cabe mirar los datos. Tanto los mercados laborales como la protección social han ido cambiando en la UE-15, de manera tal que la desregulación de los mercados laborales ha ido aumentando y la protección social ha ido disminuyendo en la mayoría de países de la UE-15 durante el periodo 1980-2005, y en cambio el desempleo de la UE-15 ha ido aumentando, no disminuyendo, tal como debiera de haber ocurrido si aquella explicación fuera cierta. Es más, los mercados laborales estaban más regulados y la protección social era mayor en estos países de la UE-15 en el periodo 1950-1980 que en el periodo 1980-2005, y sin embargo, el desempleo era menor en el primer periodo que en el segundo. La explicación liberal no se aguanta en base a los datos existentes, mírese como se mire. Esto no es obstáculo, sin embargo, para que la versión liberal continúe reproduciéndose constantemente siendo un ejemplo de ello, el último Informe del Banco Central Europeo sobre el desempleo en la Unión Europea. Este documento es profundamente ideológico, impermeable a los datos que muestran el error de sus análisis y lo poco aconsejable de sus propuestas.

¿Cuál es, pues, la causa de que el desempleo sea mayor en la UE-15 que en EE.UU.? La respuesta es fácil de ver; es el abandono por parte de las instituciones de la UE-15 de las políticas macroeconómicas keynesianas y la adopción, en su lugar, de las políticas liberales. La mejor prueba de lo que digo es que en todos los países del Este de Europa que han tenido que hacer cambios para integrarse en la UE-15 han visto crecer su desempleo. Y dentro de la UE-15, los países que han tenido mayor desempleo han sido precisamente los que han seguido con mayor ortodoxia las políticas liberales promovidas por la Comisión Europea y por el Banco Central Europeo, es decir, los países de la Eurozona. Los datos hablan por sí mismos (ver Navarro, V. “La Evolución de la Situación Social en la Unión Europea de los Quince”, en Josep Borrell, Europa en la Encrucijada. 2008).

¿Cómo se promueven las políticas liberales y monetarias en la Unión Europea?

Tales políticas liberales se promueven a partir

1) del Pacto de Estabilidad que obstaculiza en gran manera la expansión del gasto público al poner un límite (un límite, por otra parte, totalmente arbitrario) del déficit público del Estado, no mayor de un 3% del PIB, y de una deuda pública no mayor del 60% del PIB. Este criterio junto con las prácticas generalizadas de reducir impuestos (recuerden aquella frase de un dirigente socialista español que “bajar impuestos es una política de izquierdas”) ha determinado un descenso muy marcado en la tasa de crecimiento del gasto público (incluyendo el gasto público social) en el periodo 1980-2005, así como una disminución de los beneficios sociales (tales como la cobertura e intensidad de los seguros de enfermedad, seguros de desempleo y seguros de discapacidad, entre otros) en la mayoría de países de la UE-15.

2) de considerar como objetivo primordial del Banco Central Europeo la reducción de la inflación incluso a costa de la destrucción de empleo, como consecuencia del descenso del crecimiento económico causado por la política de mantener altos intereses bancarios. Históricamente los intereses del Banco Central Europeo han sido más elevados que los del Banco Central Estadounidense (The Federal Reserve Board), cuyo objetivo ha incluido la creación de empleo.

3) de dificultar las ayudas estatales a las empresas, favoreciendo además la desregulación del comercio y la dilución de medidas proteccionistas.

Tales medidas han tenido un impacto muy notable en la disminución de la tasa de crecimiento económico de la Unión Europea y el consiguiente aumento del desempleo.

¿Por qué el desempleo en EE.UU. es menor que en la UE-15? El keynesianismo del estado de EE.UU.

Tales políticas liberales desarrolladas por las instituciones de la UE-15 han contrastado con las políticas keynesianas seguidas por el gobierno federal de EE.UU., responsables de que, a partir del abandono de las políticas keynesianas por parte de la UE-15, EE.UU. ha tenido un desempleo menor que el de la UE-15. En contra de la percepción generalizada en Europa de que el Estado de EE.UU es el mayor estado liberal entre los países capitalistas desarrollados, tal estado es el estado más keynesiano de todos los estados de la OECD. EE.UU. no es un estado liberal sino profundamente keynesiano. Y ello ocurre desde el establecimiento del New Deal por parte del Presidente Franklin D. Roosevelt. Tales políticas keynesianas se han caracterizado por un gran aumento del gasto público (como manera de estimular la economía) financiado en parte con el crecimiento del déficit y de la deuda pública, medida complementada por un Banco Central (The Federal Reserve Board) que ha tenido como objetivo la creación de empleo y el estimulo del crecimiento económico mediante la provisión de bajos intereses bancarios (que históricamente han sido menores que los del Banco Central Europeo). A tales medidas se añaden una política activa de apoyo a las empresas estadounidenses incluyendo políticas claramente proteccionistas.

Estas políticas han sido llevadas a cabo no sólo por las Administraciones Demócratas, sino también por las Administraciones Republicanas. Así, el Presidente Dwight D. Eisenhower, a fin de reducir la recesión económica, lideró la aprobación de la Ley Federal de Transporte Público (Federal Aid Highway Act) que significó una inversión de 128.930 millones de dólares, y que construyó una red de carreteras federales de gran calidad, permitiendo un déficit del estado de un 6% del PIB. El Presidente Nixon, también republicano, se definió como un keynesiano. Y el mismo presidente Ronald Reagan, presentado por los economistas ultraliberales en España (como Xavier Sala i Martí) como el padre de la revolución liberal, aumentó el gasto público sustancialmente (a través, sobre todo, del gasto militar) financiándolo con un déficit público de un 6% y también con el mayor aumento de los impuestos federales ocurrido en tiempo de paz en aquel país. Disminuyó los impuestos del 10% de nivel de renta superior del país, pero los aumentó (no sólo una sino dos veces) para la mayoría de la población. Y el presidente Bush hijo, también republicano, ha aumentado el gasto público (también primordialmente en el capítulo militar), con un aumento del déficit público que ha alcanzado un 6% del PIB.

En realidad, hoy existe un gran consenso entre los economistas asesores tanto del Partido Republicano como del Partido Demócrata sobre la necesidad de aumentar el gasto público significativamente para estimular la economía a costa de un gran incremento del déficit público que es probable que, bajo la Administración Obama, alcance un 7% del PIB. Tanto desde la derecha republicana –representada por el economista Martin Feldstein- hasta la izquierda –representada por James Galbraight y Dean Baker- hay un consenso en incrementar el gasto público en obras públicas con el objetivo de crear empleo, alcanzando cantidades de más de 700.000 millones de dólares, aumentando el déficit público hasta un 7% del PIB si hace falta. En realidad, hay autores como Joseph Stiglitz que consideran estas cifras excesivamente moderadas. Tal autor considera que las cantidades propuestas por la Administración Obama no crearán los más de cuatro millones de puestos de trabajo al año que se necesitarán para reducir el desempleo que se calcula alcanzará el 8% el próximo año. Es más, tanto la Administración Republicana de Bush como la Demócrata de Obama, han favorecido el apoyo financiero a las compañías automovilísticas estadounidenses (pero no, por cierto, a las extranjeras que producen automóviles en EE.UU.) que están en crisis.

La diferencia que ha habido históricamente entre los dos partidos no ha sido, por lo tanto, en su compromiso con las políticas keynesianas responsables de mayor crecimiento económico en EE.UU. que en la UE-15, sino en la distribución de la renta resultado del crecimiento económico. Lo que ha caracterizado al keynesianismo de la mal llamada época liberal 1980-2005 ha sido que el crecimiento económico estimulado por las políticas keynesianas ha ido a beneficiar las rentas superiores a costa de las rentas medias e inferiores, incrementándose la polarización social en aquel país. Tal polarización disminuyó un tanto, durante la época del partido Demócrata del presidente Clinton, y ello como resultado de unas políticas keynesianas que se basaron menos en gastos militares y más en gastos sociales (además de incrementar los impuestos a las rentas altas). Pero su impacto fue menor como consecuencia de la reducción del déficit público (forzado por su Ministro de Economía y Hacienda, próximo a Wall Street, el Sr. Rubin), generando un surplus en las cuentas del Estado que el presidente Bush hijo utilizó para disminuir los impuestos de los grupos más pudientes del país, incrementando las desigualdades sociales hasta niveles no conocidos desde la Gran Depresión.

Mientras, en la UE, las políticas liberales continúan, como lo atestigua que en la última reunión de los Jefes de Estado de los 27 países de la UE-15 se haya subrayado “que el Pacto de Estabilidad continúa siendo la piedra angular del marco presupuestario en la UE”. Y la respuesta de la mayoría de los estados en estimular la economía a través del aumento del gasto público para la creación de empleo ha sido menor, habiéndose puesto como objetivo alcanzar sólo un incremento del gasto público de un 1,1% de su PIB. Incluso el gobierno socialista español, que ha sido el que mayor respuesta ha tenido, mediante el gasto de 30.000 millones de euros en creación de empleo, no alcanza los niveles propuestos tanto por el Partido Demócrata como por el Partido Republicano en EE.UU., que de aplicarse a España sería de cerca de 80.000 millones de euros. Ello significa que el desempleo alcanzará cifras mucho mayores en la UE que en EE.UU., lo cual se atribuirá, una vez mas, a la excesiva “rigidez de los mercados laborales y demasiada protección social”. El dogma liberal continúa reproduciéndose en la UE.

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