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Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, este próximo 9 de julio

Este artículo critica la discriminación existente en los medios de información y persuasión españoles hacia autores españoles críticos de la sabiduría convencional.

A lo largo de mi exilio he vivido en Suecia, en Gran Bretaña y en EEUU. Y desde hace ya años vivo de nuevo en mi país, y me preocupa la mentalidad colonializada que existe en amplios sectores de la intelectualidad española, incluyendo sectores de las izquierdas y de sus medios de información. Constantemente se citan autores extranjeros olvidándose a autores españoles que tienen posturas y sensibilidades similares a las que tienen los autores extranjeros (la mayoría, por cierto, de habla inglesa). Hay incluso revistas de izquierda que son meras traducciones al castellano de artículos extranjeros.

Me parece muy bien que la cultura española se enriquezca con aportaciones de autores que viven, trabajan y escriben en otros países. Pero me molesta y preocupa la marginación que los autores españoles de izquierda tienen en España, incluso dentro de gran número de medios progresistas donde al sentimiento colonizado se añade un sectarismo acentuado.

Ejemplos de ello hay miles. El País y otros periódicos publican extensamente artículos de Paul Krugman, un economista keynesiano estadounidense que había sido conservador y que ha ido evolucionando (y mejorando), adoptando un pensamiento keynesiano cada vez más radical. Me parece muy bien que se promueva a Krugman. Ahora bien, me parece muy, pero que muy mal, que autores keynesianos españoles o incluso más a la izquierda que Krugman, nunca salgan en tales rotativos. Economistas de la brillantez del Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres, nunca sale en tales diarios y me consta que ello no se debe a una falta de remisión de artículos por parte de este Catedrático u otros economistas.

Esta reflexión viene a raíz de una experiencia personal. Desde hace ya tiempo he estado criticando el pensamiento neoliberal que asume toda una serie de supuestos que son claramente erróneos. Uno de ellos, por ejemplo, es el supuesto de que el presidente Reagan era un liberal que creó la revolución liberal. Hace ya años, Xavier Sala i Martín escribió en su columna en La Vanguardia un panegírico artículo poniendo al presidente Reagan por las nubes como el enterrador del keynesianismo. Le contesté mostrando que estaba equivocado en sus datos. El presidente Reagan había sido profundamente keynesiano, pues había aumentado el gasto público de una manera muy marcada, estimulando así la economía. Y este aumento del gasto público (predominantemente gasto militar) lo había hecho a base de aumentar los impuestos (bajó los impuestos de los ricos y súper ricos, pero los subió para la mayoría de la población), y de incrementar el déficit público (hasta alcanzar un 6% del PIB). Mi artículo (que me costó sudor y lágrimas que me lo publicaran en La Vanguardia como réplica a Xavier Sala i Martin) tuvo muy poco impacto. Y Xavier Sala i Martín y todos los medios continuaron refiriéndose a Reagan como el fundador del neoliberalismo.

Paul Krugman acaba de escribir un artículo “Reagan was a keynesian”, New York Times (08.06.12) (que seguro que aparecerá en castellano en unos días en El País y otros fórums), en el que muestra también que, tal supuesto liberal, el Presidente Reagan, (en realidad neoliberal) salió de la crisis de los años ochenta a base de políticas keynesianas. El gasto público por habitante creció (un 14%) durante los primeros cuatro años del gobierno Reagan. También señala el aumento de los impuestos (que financiaron tal expansión) y del déficit público.

Espero que, habiendo ahora Krugman publicado este diagnóstico que ya hice años atrás, se comenzará a cuestionar las tesis de que la manera de salir de la crisis es recortando el gasto público y reduciendo el déficit, medidas atribuidas erróneamente al presidente Reagan. En realidad, tanto el Partido Republicano como el Demócrata habían sido keynesianos. La diferencia entre los dos no era Estado o no Estado, sino qué tipo de intervención del Estado. Los republicanos eran keynesianos militares y los demócratas solían ser keynesianos sociales. Y aunque el Presidente Obama tiene tintes de ello (como lo muestra su estímulo económico), su moderación ha causado gran decepción entre sus bases electorales. Es ahora cuando  el Partido Republicano se ha convertido en neoliberal, consecuencia de ser controlado por el Tea Party. Y así lo son las derechas españolas y catalanas que en su programa económico neoliberal son cercanos al Tea Party. Son auténticamente neoliberales, la mayoría de los cuales se creen lo que dicen. Al revés del Presidente Reagan.

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