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Artículo publicado por Vicenç Navarro, cuya versión original se publicó en catalán en el diario ARA, 26 de octubre de 2013, y publicado en la revista digital SISTEMA, 22 de noviembre de 2013, y en la columna «Pensamiento Crítico» en el diario PÚBLICO, 6 de diciembre de 2013

Este artículo señala el gran deterioro de la situación social en Catalunya, realidad poco documentada en los medios de comunicación, tanto públicos com privados. El artículo también señala que las causas más importantes de este deterioro no se deben primordialmente al déficit fiscal, sino a la gran influencia que las fuerzas conservadoras y liberales han tenido sobre el Estado español y sobre la Generalitat.

El Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea (UE), acaba de publicar una serie de datos sobre la situación social en los países de esta colectividad política, incluyendo la Unión Europea de los Quince, UE-15 (el grupo de países de la UE con un nivel similar de desarrollo económico al de España y Catalunya), que muestra una situación altamente preocupante para España. Al comparar estos datos con las que elabora el Idescat, la agencia de estadística de la Generalitat de Catalunya, se puede ver que la situación es (en la mayoría de indicadores sociales) incluso peor para Catalunya.

Empecemos por el mercado de trabajo, donde la mayoría de la población obtiene sus ingresos. Y para entrar en el análisis del mercado de trabajo, es necesario mirar la situación económica en general. Pues bien, la economía catalana ha descendido en el año 2012 más rápidamente, casi tres veces más, que la de la media de la UE-15. Otro indicador negativo es que la tasa de ocupación de la población (de los 15 a los 64 años) es más baja en Catalunya que en la UE-15 (60,3% y 65,2% respectivamente), lo cual se da tanto con los hombres como con las mujeres. Y esta baja ocupación no se debe al hecho de que la gente no quiera trabajar. Hay muchísima gente que desea trabajar y no encuentra trabajo. En realidad, el paro es uno de los más altos de la UE-15 (UE-15 10,7%, y Catalunya 22,7%, que después de España, 25,2%, y Grecia, 24,5%, es el más alto de los países de la UE-15). Este porcentaje es incluso más del doble (50,7%) para los jóvenes menores de 25 años, siendo también el más alto de la UE-15 (UE-15 22,2%) después de España (53,2%) y Grecia (55,3%). Esta elevada desocupación se ha acentuado con la reforma laboral aprobada también por el partido gobernante de la Generalitat de Catalunya, que era presentada por este partido así como por el partido gobernante de España (que también la aprobó), como la medida necesaria precisamente para bajar esta desocupación.

Esta imagen tan negativa del mercado de trabajo queda incluso más empeorada cuando analizamos el paro crónico, es decir, personas en desocupación durante largos periodos de tiempos. Catalunya está, de nuevo, junto con España, a la cola de la Europa Social. El porcentaje de personas que están paradas durante más de un año en Catalunya (y en España) es casi tres veces más elevado que en la UE-15. Una situación parecida ocurre en cuanto a la precariedad, que está mucho más extendida en Catalunya y en España que en la media de la UE-15.

Y, en contra de la percepción promovida constantemente por círculos económicos y financieros de que el problema del mercado laboral catalán y español es su excesiva rigidez, Catalunya tiene uno de los porcentajes más bajos de trabajadores con contrato fijo en la media de la UE-15. Este deterioro del mercado de trabajo catalán se refleja también en un marcado descenso salarial. En Catalunya y en España, en contra del que dijo el ministro Montoro, del gobierno español, los salarios bajaron un 0,2% en 2012, contrastando con los de la media de la UE-15, que subieron un 0,8%.

En cuanto a gasto público social, los datos son igualmente preocupantes. El gasto público en protección social en Catalunya es de los más bajos de la UE-15 (22,6% versus 30,2% del PIB, respectivamente, en 2010), y esto a pesar de que Catalunya sea más rica que la media de la UE-15 (su PIB per cápita es el 110% de la media del de la UE-15). Y esto ocurre en la mayoría de servicios públicos del Estado del Bienestar. Así, en educación, el gasto público en 2010 fue solamente el 4,1%, mucho más bajo que la media de la UE-15 (6,1%). Este menor gasto es doblemente preocupante, porque las necesidades educativas de Catalunya son muy mayores que las de la media de la UE-15: el porcentaje de la población de 20 a 64 años que ha conseguido al menos la enseñanza secundaria es de los más bajos de la UE-15 (54,4%, versus 71,2% en la media de la UE-15). El déficit social aparece también no solo en el gasto, sino en la normativa de protección social. Así, el salario mínimo en Catalunya es de los más bajos de la UE-15. Se mire como se mire, la Catalunya social está a la cola de la Europa social (de los 15).

El argumento que tiene más visibilidad mediática en los medios de mayor difusión en Catalunya para explicar tal retraso social es la existencia del déficit fiscal que existe entre el Estado central y la Generalitat de Catalunya, referido también en términos más belicistas como “el expolio de Catalunya por parte de España”. Ya he mostrado en otros artículos con datos empíricos que este déficit fiscal existe, aunque en cantidad menor de la que los movimientos independentistas están subrayando. Pero la resistencia por parte del gobierno central a aceptar su existencia está dificultando la relación entre el gobierno central y la Generalitat de Catalunya, y de ahí la urgencia de que se resuelva. Ahora bien, lo que los mismos datos muestran es que este déficit fiscal, incluso aceptando los datos más exagerados en cuanto a su tamaño, explican solo una parte de este enorme déficit social de Catalunya. La mayor parte de este déficit se debe a otra causa que raramente aparece en los mayores medios de información tanto en Catalunya como en el resto de España. Y esto se ve muy claramente en el análisis del enorme deterioro del mercado laboral catalán y en el gran descenso de seguridad y protección social y de los salarios, todos ellos acontecimientos que responden a reformas del mercado laboral aprobadas en las Cortes españolas por partidos catalanes presentes en Catalunya con representación en el Parlamento de Catalunya y que la gobiernan y/o lo han gobernado, y el voto de los cuales en las Cortes españolas refleja su sensibilidad política conservadora y liberal, que aparecería también en caso de que gobernaran una Catalunya independiente. Esta es la causa del atraso social de Catalunya: el enorme dominio de estas fuerzas conservadoras y liberales en la gobernanza de Catalunya (y de España). Por este motivo los dos países, Catalunya y España, de la cual Catalunya es parte, están a la cola de la Europa Social.

El enorme dominio de tales fuerzas en el Estado español y en la Generalitat de Catalunya explica este enorme retraso. La escasa representatividad de los establishments políticos y mediáticos, claramente influenciados por intereses financieros y económicos, a ambos lados del Ebro, explica el enorme retraso social que tienen Catalunya y España. Es indicador de la escasa diversidad ideológica de los medios de comunicación en Catalunya y en el resto de España el que tal obviedad apenas aparezca en tales medios, los cuales utilizan los temas “nacionales”, tanto el nacionalismo españolista (el nacionalismo más extremo que existe en España, centrado en los establishments políticos y mediáticos en Madrid) como los nacionalismos conservadores y liberales en Catalunya, para no hablar o que se hable de la causa real del subdesarrollo social de Catalunya y del resto de España.

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