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Article publicat per Vicenç Navarro, 25 de maig de 2011.

Aquest article assenyala que el major problema social i econòmic que hi ha a Espanya no és l’elevat dèficit públic de l’Estat, sinó la desocupació. L’article assenyala propostes de com resoldre-ho.

El problema mayor que tiene España y sus CCAA no es el déficit público del estado (sea central o autonómico) sino el desempleo, realidad que parece ser ignorada por los mayores partidos con representación parlamentaria que, a pesar de su retórica electoral (que enfatiza su compromiso en reducir el desempleo), en la práctica están apoyando políticas públicas que son responsables del incremento del desempleo. Estos partidos están apoyando políticas de recortes de gasto público, incluyendo el gasto público social (el más bajo de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante desarrollo económico al nuestro), de reducción del empleo público (el más bajo de la UE-15), de reducción de sus salarios, de congelación de las pensiones, de flexibilización del mercado laboral (haciendo más fácil despedir a los trabajadores por parte de los empresarios), de disminuir la disponibilidad del crédito (como manera de frenar el crecimiento del endeudamiento) y otras medidas todas ellas responsables del enorme bajón del crecimiento económico (que ha alcanzado niveles de estancamiento) y del gran crecimiento del desempleo. Todas ellas crean una disminución de la demanda que está detrás del estancamiento económico.
Estas medidas se están tomando en respuesta a una serie de supuestos que constituyen el edificio ideológico del dogma neoliberal, la ideología del pensamiento económico responsable de la crisis actual y del estancamiento en el que nos encontramos. Cualquier observador libre de tal dogma puede ver a donde nos están llevando estas políticas. Creerse que España saldrá de esta situación de elevado desempleo a base de estas políticas es ignorar toda la evidencia, fácilmente comprobable, que demuestra lo contrario. No solo España sino Grecia, Portugal e Irlanda están llevando a cabo estas políticas y todos ellos están en una situación económica de estancamiento. Y aquellos países como la Gran Bretaña que han acelerado la implementación de políticas neoliberales, incluyendo de recortes sociales, que había iniciado el Partido Laborista, han experimentado un bajón tal de su crecimiento económico que éste está paralizado. ¿Cómo explican estos hechos los defensores de tales políticas?
Atribuir el elevado desempleo a la supuesta rigidez del mercado de trabajo (tal como el dogma neoliberal ampliamente promovido por la banca y la gran patronal está sosteniendo y su instrumento intelectual Fedea, entre otros) ha calado en los partidos mayoritarios del país. Pero –como bien ha indicado Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001-, continuar aceptando esta tesis es continuar cegándose en un dogma que debería ya estar ampliamente desacreditado. El mayor problema no es el mercado de trabajo sino la falta de demanda después de la explosión de la burbuja inmobiliaria, con un enorme endeudamiento de las clases populares lo cual explica que no consuman suficientemente para estimular el crecimiento económico. De ahí la enorme necesidad de que el sector público intervenga y ayude a llenar este vació de demanda. Y la mejor manera de hacerlo es creando empleo financiado con fondos públicos. Como he indicado en varias ocasiones, si España tuviera el mismo porcentaje de la población adulta trabajando en los servicios públicos del estado del bienestar que tiene Suecia, 25% (el actual en España es el 9%), habrían en España casi cinco millones más de trabajadores, que hay ahora, eliminando el desempleo. Ello estimularía enormemente la demanda y el crecimiento económico que es la mejor y única manera, por cierto, de reducir el déficit público. Esta medida permitiría además corregir los enormes déficits de nuestro estado del bienestar. Acentúo este punto porque dentro de algunos sectores de las izquierdas no se está acentuando suficientemente la necesidad de aumentar la inversión en el estado del bienestar y ello a pesar de que después de treinta años de democracia todavía estamos a la cola de la Europa Social.
Las voces conservadoras y neoliberales argumentan que no tenemos los fondos suficientes para crear empleo, lo cual, de nuevo, es fácil de demostrar que no es cierto. El PIB per habitante en España es ya el 93% del promedio de la UE-15. El gasto público social por habitante en cambio representa solo el 82%. Si fuera el 93%, tendríamos 62.000 millones más de euros (que es menos que, por cierto, la cantidad que el estado no ingresa resultado del fraude fiscal). Los fondos existen pues, lo que pasa es que el estado (sea central o autonómico) no los recoge.
Una situación idéntica ocurre ahora en Cataluña con el gobierno CIU. El PIB por habitante de Cataluña es el 110% del de la UE-15, mientras que su gasto público social es solo el 73% del promedio de la UE-15. Si el famoso déficit fiscal revirtiera a Cataluña este porcentaje aumentaría a un 85%, pero quedaríamos lejos de lo que deberíamos gastarnos. Y Cataluña como las otras CCAA tienen ya plena responsabilidad fiscal, con lo cual, si hubiera voluntad política podrían resolver el problema. Si no lo hacen es para no antagonizar a las rentas superiores que constituyen el 20% de la población y que tienen un enorme poder político y mediático. Así de claro.

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