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Artículo publicado por Vicenç Navarro, 24 de junio de 2011.

Este artículo critica los recortes de gasto público social en Cataluña tanto por su cantidad, como por la manera como se están realizando. El artículo señala otras formas alternativas de reducir el déficit que ni siquiera se están considerando.

A pesar de que el programa electoral no incluía realizar recortes de gasto público social y a pesar de que su candidato presidencial, el Sr. Artur Mas, subrayó que la sanidad y la educación estarían sanas en sus manos, sin ningún recorte, en el gobierno CiU le ha faltado tiempo, un golpe ganadas las elecciones, para hacer recortes profundos del gasto público incluyendo la sanidad y la educación.

Estos recortes -ha comentado el presidente Mas- “son necesarias, porque así lo exige Bruselas,” es decir, hay que bajar el déficit de la Generalitat para reducirlo y lograr así el objetivo de reducción de tal déficit marcado por Bruselas. Ahora bien, hay muchas maneras de reducir el déficit. Una es recortando el gasto público, incluyendo el gasto público social. Otra es subiendo los impuestos. En realidad, la mayoría de países que están reduciendo el déficit están utilizando una combinación de ambos métodos. Así, en el gobierno Sócrates de Portugal, los recortes supusieron el 50% de las medidas de reducción del déficit, un porcentaje similar al que el partido laborista en Gran Bretaña está proponiendo. El otro 50% lo conseguirían a base de subir impuestos.

El gobierno Obama logra la reducción del déficit a través de un 65% en recortes y el resto en subida de impuestos. E incluso, el gobierno David Cameron, que también cortó drásticamente el gasto público sin haberlo incluido en su programa, los recortes significaban el 80% de la reducción del déficit y el otro 20% se logra a base de subir los impuestos. El gobierno Brown, del partido laborista británico, había reducido el déficit a base de recortes (dos tercios) y subida de impuestos (un tercio). La Sra. Thatcher, por cierto, había logrado la reducción del déficit a base de un 50% de recortes y un 50% de aumento de impuestos. Pues bien, dentro de esta lista de países, el único país que intenta reducir el déficit sólo a base de recortes es el gobierno CiU de Cataluña. El 100% de la reducción del déficit se basa en recortes del gasto público, incluyendo el gasto público social que financia el escasamente desarrollado sido del bienestar catalán.

En realidad, y tal como he indicado en mis escritos, es un gran error de política económica bajar el gasto público, puesto que en este momento de recesión habría de aumentarse para estimular la economía. Toda la evidencia empírica existente muestra que la mejor manera de reducir el déficit es aumentar el crecimiento económico. Ahora bien, muestro estos datos para documentar la dureza de los recortes, resultado de la aplicación del dogma neoliberal, habiendo sido el gobierno Mas el más radical en su desarrollo.

Existen además, otras alternativas en estos recortes, incluyendo, por ejemplo, gravar las rentas y los beneficios del capital financiero, que fue uno de los responsables de la crisis financiera y que ahora se está beneficiando enormemente de la crisis. Incluso el Fondo Monetario Internacional (una institución de clara sensibilidad neoliberal) en su momento consideró que sería aconsejable gravar el capital financiero, es decir, a la Banca, para contribuir a pagar en los estados los costes sociales creados por la crisis que tal capital financiero creó. Estos gravámenes se aplicarían sobre los súper beneficios de la banca y sobre los sueldos elevados de los banqueros y sus bonos. Según el FMI, estos gravámenes serían fáciles de aplicar. Estas propuestas, sin embargo, nunca salieron del gabinete de estudios de la FMI debido a la enorme oposición de la banca.

Ahora bien, según las estimaciones de David Lizoain (ver sus excelentes artículos «Una alternativa a los recortes: un impuesto sobre actividades financieras» y «Los recortes desequilibrados de Artur Mas» en mi blog www.vnavarro.org, del cual he extraído todos los datos que utilizo en este artículo) resulta que tal gravamen aplicado en Cataluña generaría un mínimo de 600 millones de euros, una cantidad parecida a la que el gobierno CiU propone recortar en sanidad. En realidad, tal como subraya David Lizoain, es probable que la cantidad conseguida por este gravamen pueda ser incluso más elevada debido al mayor peso del capital financiero en Cataluña. Una última observación, cuando una propuesta parecida, de gravar el capital financiero y los banqueros, se hizo a nivel europeo, la Internacional Liberal y la Internacional Popular, a la cual pertenecen los dos partidos de la coalición gobernante de la Generalitat de Cataluña, se opusieron a su aprobación. Prefieren más hacer los recortes.

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