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Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna «Pensamiento Crítico» en el diario PÚBLICO, 2 de enero de 2012

Este artículo señala los temas centrales en el debate económico que está ocurriendo en Estados Unidos.

La economía de EEUU está en mejor forma que la de la Unión Europea. Y ello se debe en gran parte a que, en esta última, las autoridades que gobiernan sus economías han estado aplicando las políticas que está promoviendo el Partido Republicado de EEUU, controlado por la ultraderecha estadounidense, el Tea Party, políticas públicas que habían sido promovidas por el candidato de tal partido para la presidencia de EEUU, el financiero empresarial, el Sr. Mitt Romney. Entre ellas, la que centra las propuestas políticas públicas del Partido Republicano es la recuperación de la economía de aquel país mediante la disminución del déficit público a base de recortes del gasto público (y muy en especial de gasto público social), recortes de una intensidad nunca antes vista, a fin de desmantelar el escasamente desarrollado Estado del Bienestar de aquel país. La única excepción en estos recortes de gasto público propuesto por el Partido Republicano sería el gasto militar, que aumentaría enormemente, en cantidades nunca antes vistas en tiempos de paz.

El problema con estas propuestas es que el crecimiento del déficit público (tanto en EEUU como en la Unión Europea) no ha sido debido a un excesivo aumento del gasto público social, sino al contrario, ha surgido como consecuencia de un descenso muy marcado de los ingresos al Estado, debido en parte a la reducción impositiva ocurrida en tiempos de bonanza, reducción (como también ha ocurrido en la UE), que benefició predominantemente a las rentas del capital y a las rentas superiores, recortes que tuvieron lugar principalmente durante la administración presidida por el Sr. Bush jr. Fue también esta administración la que incrementó más el gasto público militar, necesario para sostener dos guerras a la vez, una en Irak y la otra en Afganistán.

Ha sido una política del presidente Obama la de disminuir dicho gasto militar en tales guerras y revertir los recortes de impuestos a las rentas superiores. El hecho de que el Presupuesto General tenga que ser aprobado por el Congreso de EEUU, hoy controlado por la ultraderecha ultraliberal que controla el Partido Republicano, ha dificultado, cuando no imposibilitado, el desarrollo de otras propuestas que el presidente Obama ha planteado, que podrían haber tenido gran impacto en estimular la economía. Entre ellas están sus propuestas de aumentar el salario mínimo (cuya capacidad adquisitiva es un 30% menor que hace cuarenta años). La reducción de los salarios, muy marcada en los periodos republicanos, ha sido muy acentuada en el periodo 2009-2011, con lo cual, la renta media familiar ha descendido un 4,1%, pasando de ser 52.195 a 50.054 dólares, bajada de salarios que contribuye a la reducción de la demanda doméstica y a la ralentización económica.

Otra propuesta de la administración Obama vetada por el Congreso Republicano fue la de crear un banco público que garantizara créditos para inversiones en la decadente infraestructura del país, declive que quedó claro en el enorme destrozo causado por el huracán Sandy en la costa Este de EEUU. La isla de Manhattan fue un ejemplo de ello. En aquellas áreas que el sistema de distribución eléctrica se había modernizado, no se perdió la luz ni un minuto. En las partes del sur de Manhattan donde tal estructura no se había modernizado, tardaron tres días en recuperar la luz. La infraestructura en EEUU está muy deteriorada, resultado del escaso intervencionismo público que ha caracterizado al gobierno federal desde los años ochenta, resultado de la revolución neoliberal.

Debería quedar claro que la permisividad hacia las prioridades del mundo empresarial, y muy en especial del financiero, han sido las responsables de la crisis financiera. El capitalismo de casino, basado en la especulación financiera, facilitado, por cierto, por la administración Clinton, al eliminar la Ley Glass-Steagall (que separaba los bancos comerciales de los de inversiones) ha sido la causa de tal crisis. La resolución de esta crisis exigía medidas más contundentes que las de la administración Obama, aunque la propuesta de establecer un banco público de inversiones hubiera sido un buen paso adelante.

Otra propuesta vetada por el Congreso fue la ayuda financiera a los Estados para mantener el empleo público, predominantemente en enseñanza, en policías locales y en bomberos. En su primer año, cuando el Partido Demócrata controlaba el Congreso de EEUU, el presidente Obama implementó un estímulo económico de más de 750.000 millones de dólares que creó gran cantidad de empleo público en las áreas sociales, responsable de que la economía en recesión heredada de la época Bush, pudiera reavivarse. Sin aquel estímulo, EEUU hubiera caído en una depresión. El Congreso Republicano vetó su segundo capítulo de estímulos.

La relevancia de estos hechos para la UE y para España es que las políticas del Partido Republicano semejantes a las de las derechas europeas han sido responsables de que la recesión económica continúe insistiendo a los dos lados del Atlántico Norte, aun cuando las políticas del gobierno federal de EEUU, bajo la administración Obama han sido más acertadas (a pesar de su excesiva moderación) que las de la Unión Europea lo cual explica su mayor recuperación.

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